domingo, 26 de octubre de 2008

LA ESCULTURA

La escultura, tal como la entendemos actualmente en Venezuela, es una manifestación cuya tradición se remonta al siglo XIX. La talla en madera, por ejemplo, conoció un esplendor que desaparecería al venir a menos la imaginería religiosa artesanal. La escultura, en sentido moderno, surge bien entrado el siglo XIX. Nació la Escuela de Bellas Artes, la que sustituyó a los viejos talleres de los imagineros, y que abogaría en adelante, por un estilo inspirado en el academicismo europeo. Encauzaron su enseñanza hacia la formación de artistas individuales, que se consagrarían a la figura humana y a los temas históricos. Una vez egresados de ésta, los alumnos en su gran mayoría se dedicaban a la pintura. Por ello se comprende que fuera tan reducido el número de escultores activos, comparado con los que, desde comienzos del siglo XX, se dedicaron a la pintura.






De los escultores del período académico que dieron el salto a París, fue tal vez Andrés Pérez Mujica el único en quien alentó una voluntad individual expresada con independencia y ambición dentro de cierto espíritu moderno Lamentablemente falleció a temprana edad, en 1920.Luego, la escultura vivió un largo estancamiento que cubrió casi todo el tiempo de mandato de Juan Vicente Gómez. Su práctica iba a reducirse al estudio académico con el que se buscaba la interpretación del parecido; se limitó al retrato y a la figura modelada en greda.





Más tarde, comenzando la década del 30, de Alejandro Colina y de Francisco Narváez marcaron un diferencia. Colina orientó su búsqueda hacia un estilo indigenista de robusta concepción monumental, pero con escasos ingredientes de modernidad.








Francisco Narváez, luego de estudiar en la Academia, marchó a París en 1928 y aquí entró en contacto con los nuevos movimientos. Ya en Caracas,se enfoca en una tendencia criollista de acusadas y estilizadas formas macizas, inspiradas en un tipo de feminidad criolla. La obra de carácter alegórico que desarrolló en forma de fuentes y monumentos públicos para parques y edificaciones, dentro de los programas de ornato de la época, sirven de punto de partida para la empresa escultórica más importante que ha realizado escultor venezolano alguno.





Por la época en que Narváez trabajaba en monumentos públicos llegó a Venezuela Ernesto Maragall, escultor catalán que, radicado en Caracas, se consagró a partir de 1938 a la docencia en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, desde donde impulsó la formación de nuevos escultores. Maragall mismo ejecutó para la decoración arquitectónica algunas de las fuentes y figuras más notables que se realizaron en Caracas en estos primeros momentos de nuestra escultura moderna.





Las condiciones favorables que existían en el país para recibir a la inmigración europea de la postguerra se reflejó en el gran número de escultores de varias nacionalidades que, unos en calidad de docentes y otros para ejercer su oficio, se establecieron en nuestro país después de 1945. Así, el uruguayo Germán Cabrera se instala en Caracas en 1938; los italianos Jorge Gori en 1947, José Pizzo en 1950, Biagio Campanella y Aldo Macor en 1957, Domenico Casasanta en 1959; el holandés Cornelis Zitman llega a Coro en 1947; y el gaditano Manuel de la Fuente en 1958.

jueves, 16 de octubre de 2008

ARQUITECTURA

Durante el siglo XIX Venezuela se ve envuelta en los movimientos emancipadores bajo una serie de hechos políticos y militares que lleva a los hombres a abandonar las ciudades para ir a la guerra y por consiguiente se observa una disminución en las construcciones.

En la década de 1820 a 1830 fueron desdas las ordenes religiosas y el Estado las utilizó como sedes administrativas


Entre 1830 y 1840 el ingeniero Olegario Meneses construye algunos edificios en Caracas, con una postura Neoclásica que se observa en la reforma de los antiguos claustros franciscanos, donde funcionaba la Universidad Central. Entre 1841 y 1868 realiza varias obras como el Cementerio de Los Hijos de Dios en Caracas, la reforma del Palacio de Gobierno de Maracaibo y la reconstrucción de la Catedral de Mérida, todos bajo el mismo estilo Neoclásico.

En 1870 y bajo el gobierno de Antonio Guzmán Blanco ordenó la remodelación de la Casa Amarilla, y la continuación dell enrejado de la Plaza Bolívar por el francés A Roudier. Ya en 1872 ordena la colocación de la estatua del Libertador en el centro de la plaza.



Entre 1872 y 1877 bajo las órdenes de Guzmán Blanco, el ingeniero Luciano Urdaneta graduado en París, diseña y construye el Plalacio Federal Legislativo o Capitolio en el casco central caraqueño, observándose el estilo Neoclásico.




A partir de 1875 el ingeniero Julián Churión realiza los trabajos de reconstrucción de la Iglesia de la Santísima Trinidad , en un estilo Neogótico, posteriormente transformado en Panteón Nacional,
y junto al arquitecto Juan Hurtado Manrique quien realizó varias obras con un estilo clásico relacionado con la arquitectura francesa, en 1876 reforma la fachada del antiguo templo franciscano para convertirlo en la Universidad Central de Venezuela con marcado estilo neogótico. Entre 1881 y 1883 diseña la Iglesia de Santa Capilla y proyecta la Iglesia de Santa Teresa y la de Santa Ana, entre otras. En 1895, durante el gobierno de Joaquín Crespo construye junto con Alejandro Chataing como asistente, el Arco de la Federación a la entrada de El Calvario



Entre 1837 y 1891, el ingeniero francés Esteban Ricard realiza obras de gran importancia, como el Teatro Guzmán Blanco (hoy Teatro Municipal) y el trazado del ferrocarril Caracas La Guaira.










Ya hacia finales del siglo XIX, el presidente Joaquín Crespo se hace construir sus dos residencias: Villa Santa Inés y el Palacio de Miraflores, obras que fueron iniciadas por el ingeniero italiano Giuseppe Orsi y la colaboración de Juan Bautista Sales en 1893













Alejandro Chataing, bajo el mandato de Cipriano Castro entre 1905 y 1919, construye el Teatro Nacional y la Casa de Baños de El Valle, la Academia Militar de La Planicie, el Palacio de Gobernación y Justicia, la Biblioteca Nacional, el teatro Ayacucho, la quinta Las Acacias y el Hotel Miramar en Macuto.




Durante los años de dictadura de Gómez se realizaron obras en Maracay, su residencia, el Hotel Jardín diseñado por Carlos Raúl Villanueva y el Cuartel Militar diseñado por el ingeniero Ricardo Razzetti. En el estado Táchira se edifica el Palacio de Gobierno de San Cristóbal.


En cuanto a las viviendas, en muchos casos se conservó el estilo colonial copiado de Francia y Holanda, como La Pastora y San José en Caracas, San Blas en Valencia y El Saladillo en Maracaibo y en otras zonas más urbanas y elitescas se pasó primero de viviendas de una planta a otras de dos plantas , y luego a la construcción de quintas y urbanizaciones como El Paraíso, Los Chorros, La Floresta y Campo Alegre.